La identificación de los tipos de recursos que se necesitan para la implementación de cada proyecto es el primer paso para la elaboración de un plan factible. Lo principal es tener en cuenta en qué se utilizarán esos recursos.

Los recursos financieros determinan el alcance de las actividades que deben llevarse a cabo. La falta de recursos no debería desalentar la ejecución del proyecto bajo ninguna circunstancia. Cuando las condiciones están dadas para la participación ciudadana, es mejor dar pasos pequeños y concretos que perseguir planes ambiciosos.

Consejos útiles

• • Identificar las actividades del plan, y redactar un presupuesto detallado con los costos previstos.
  • Salarios que deben pagarse al equipo a cargo (tener en cuenta si se va a tener que contratar más personal)
  • Costos operativos (transporte, comunicación, etc.)
  • Costos de reproducción (manuales, folletos, etc.)
  • Infraestructura
  • Consultores
  • Otros
• Calcular las necesidades de inversión iniciales para poner en marcha el proyecto.

En los últimos años, la agenda de participación de la EFS ha ido ganando un mayor apoyo de la comunidad internacional, a medida que las iniciativas contra la corrupción y a favor de la gobernabilidad se fueron convirtiendo en el centro de atención de muchos organismos donantes.

El apoyo de los donantes se ha centrado tradicionalmente en los conocimientos técnicos y la mejora de la capacidad de las EFS, una metodología centrada en las instituciones de control como el principal objetivo de los programas de desarrollo internacionales (Di Renzo y Ramkumar 2009). Sin embargo, en los últimos años, ha incrementado la comprensión sobre el papel de los actores externos interesados (entre ellos, las OSC) en el fortalecimiento de las capacidades de las EFS y su contribución para frenar la corrupción. En este sentido, el intercambio de conocimientos y el apoyo técnico han sido las áreas clave para la participación de la sociedad civil. Con el respaldo de los organismos donantes internacionales, se han puesto en marcha programas de intercambio entre pares, proyectos piloto, pasantías regionales y otras iniciativas de apoyo mutuo entre las EFS y los actores externos interesados para avanzar los estándares internacionales de auditoría y mejorar el rendimiento de las EFS (Cornejo, Guillan y Lavin 2013).

Algunos organismos donantes financian a las EFS, mientras que otros apoyan programas de la sociedad civil en las áreas de rendición de cuentas y la participación ciudadana en la gestión financiera pública. Las experiencias pasadas de colaboración pueden ser buenos puntos de partida para propuestas innovadoras. En cualquier caso, es crucial el diseño de un plan viable y que demuestre el compromiso y la flexibilidad que se necesita para evaluar los riesgos y los resultados imprevistos.